Entrevista con Boladé Apithy

A sus 38 años, Bolade es el veterano del equipo francés de esgrima. Ya ha participado en los Juegos Olímpicos de 2012 y 2021. Se proclamó campeón de Europa por equipos e incluso ganó una prueba individual de la Copa del Mundo. Para su último baile, el actual 12º del mundo espera brillar en el Grand Palais de París. Cabe señalar que su esposa Manon Apithy-Brunet (campeona de Europa 2023 y subcampeona olímpica 2021) también es miembro del equipo francés de sable.

 

¿Puede describirse en tres palabras?

Fuerte, resistente y tenaz.

 

¿A qué edad empezó a practicar la esgrima y cómo se inició?

Empecé a los seis años. Todo empezó cuando vi una foto en una revista que me fascinó. Les dije a mis padres que quería probar. Por suerte, un entrenador vino a mi colegio a hacer una demostración, y ahí empezó todo.

 

¿Qué le inspiró para dedicarse a la competición?

Al principio competía por placer. Poco a poco, a medida que ganaba carreras, me di cuenta de que tenía potencial. Eso me empujó a seguir adelante y a apuntar más alto.

¿Cómo afronta la presión de la competición y la adversidad?

Depende del momento. A veces puedo soportar la presión, y otras veces es más difícil. Lo que es más fácil es la oposición directa, porque tu rival es igual que tú, con las mismas ganas de ganar. Es más complicado lidiar con el entorno exterior, que puede ser desestabilizador. La adversidad es muy instintiva, casi animal: es él o tú.

¿En qué se diferencian para usted los Juegos Olímpicos de París 2024 y qué representan?

Los Juegos Olímpicos de París son especiales porque se celebran en casa. Es más fácil que nuestros seres queridos vengan a apoyarnos, y hay una energía y un ambiente increíbles a nuestro alrededor. Sientes que todo el país te apoya. No son sólo los Juegos Olímpicos, son los Juegos Olímpicos de todos los franceses. Será una gran fiesta en la que todos podremos disfrutar juntos.

Está preparando los Juegos Olímpicos de París 2024 con su esposa (Manon Apithy-Brunet). ¿Cómo le está yendo?

Vivir esta competición con Manon es una experiencia increíble. Compartimos la misma pasión. Cuando las cosas van bien, nos animamos mutuamente. Y si uno de nosotros atraviesa un periodo más difícil, el otro está ahí para apoyarle, porque nos conocemos mejor que nadie.

¿De qué se siente más orgulloso, en su carrera deportiva o en otro ámbito?

Es difícil elegir. Estoy orgulloso de mi carrera en general, de todo lo que he conseguido en mi vida.

¿Tiene alguna tradición o ritual antes de una competición?

(Risas) ¡Ir al baño! No, la verdad es que no tengo ningún ritual en particular. Intento no hacer siempre lo mismo, para no caer en la rutina. Eso me ayuda a ser flexible y a afrontar lo inesperado.

¿Tiene alguna anécdota de su colaboración con la marca?

Cuando conté a mis amigos que había firmado con Le Coq sportif, bromearon diciendo que me venía bien porque «soy un gallo» (en referencia al símbolo de la marca). Me hizo gracia y me sentí bien con la asociación. Creo que represento bien a la marca e intento hacerlo con orgullo.


¿Cuál es su prenda favorita de la gama Equipe de France?

El chándal del podio. Y es perfecto, porque voy a ir muy elegante cuando vaya a por mi medalla.